Un incendio en el subsuelo
[2017-19 ]
Proyecto financiado por la beca de Ayudas a la creación de la Comunidad de Madrid y premiado en los XXX Circuitos de Artes Plásticas de la Comunidad de Madrid.
EN_
When I arrived to Madrid, I found the document that was the origin of the project: the File for the Declaration as a Historical Site of the remains of the Civil War in Ciudad Universitaria. The authors had independently carried out a rigorous classification of all the vestiges of the war in the area, with the intention of demonstrating the lack of historical recognition given to them. With this document in hand, I decided to delimit the terrain to focus only on the Dehesa de la Villa Park and to carry out a photographic archive following the previous classification made by the historians. I understand this set of remains as a paradigm of an invisible space, as a case study of a specific territory that contains historical secrets and black holes of intrahistory that have only been preserved through the oral memory of the neighbours who have grown up in the area.
The set of images that I have made up is arranged in a succession that goes from bottom to top. The way I have approached the space, has been to photograph the different strata: the remains that are in the subsoil, the flora on the surface and what occupies the sky of the park. For each stratum I have had the collaboration of professionals from the corresponding field, forming a multidisciplinary team with which to understand each layer of the terrain. Thus, for everything related to the subsoil, I counted on the aforementioned historians and their initiation file. Once this stage of the project was completed, I transferred this same archive and classification structure to both the surface and the sky of Dehesa la Villa. In this forest park, what covers in many cases the war remains listed, is vegetation. For this stratum, I have established a collaboration with the landscaper Tábata Pardo who has facilitated the classification that accompanies the photographic documentation of the different types of flora that favour the invisibility of the past. Observing what we have above, we find a series of different types of antennae that invade the air. Dr. Telecommunications Engineer Ana Arboleya has classified nineteen Vodafone antennas that occupy the Cerro de los Locos tower, antennas for the reception of satellite images that occupy the roof of AEMET and different antennas for the reception of television and radio signals.
If in war the ground is occupied by the underprivileged and the sky by the powerful, today from the sky full of telecommunication antennas information is sent to satellites that return us to the screens. This feeds a rhizomatic system of images that envelop us and that are the surveillance and control tool that currently serves the interests of the powersthat-be. Here we return to the conflict between the politics of visibility and invisibility, of the supposed transparency that we inhabit and the blinding screens on which, for example, these remains of a major historical episode have no place, are uncomfortable images, and remain outside the representation.
This humble effort to visit the same space again and again and enjoy the search, the finding and the recording of the almost imperceptible, is an unproductive time for neoliberalism based on the consumerist subject, a kind of gap through which to try to escape from the 24/7 described by Jonathan Crary. Although the author points out that the only time of our own we have left is that of the dream, some of us try to find more refuges, more black holes to hide in. The artistic process is a time for resistance.
ES_
El 6 de febrero de 2017 me instalé en Madrid después de haber vivido en varias ciudades. Estaba a punto de inaugurar la exposición Luna-Lager Bunker en la que había trabajado a partir de los restos de un búnker de la Segunda Guerra Mundial que yacen en un parque de Berlín llamado Shönholzer Heide. En este proyecto había abierto una línea de investigación relacionada con lo oculto, lo secreto, lo invisible, es decir, lo que queda fuera de las pantallas y la representación.
Al llegar a Madrid me pregunté qué secretos me escondería la ciudad y fue en esa búsqueda cuando di con el documento que fue el origen del proyecto: el Expediente para la declaración como sitio histórico (BIC) de los restos de la Guerra Civil en Ciudad Universitaria, realizado por las historiadoras Cristina Cabrero Poch, Cristina de la Casa Rodríguez y Ana de Oliveira Escalonilla. Las autoras habían llevado a cabo de forma independiente una clasificación rigurosa de todos los vestigios de la guerra que había en la zona, con la intención de evidenciar la falta de reconocimiento histórico que se les ha dado. Con dicho documento en la mano decidí acotar el terreno para centrarme solo en el parque Dehesa de la Villa y llevar a cabo un archivo fotográfico siguiendo la clasificación previa que habían realizado las historiadoras. Entiendo este conjunto de restos como paradigma de espacio invisibilizado y apartado de las pantallas previamente mencionadas, como un caso de estudio de un territorio concreto contenedor de secretos históricos y agujeros negros de intrahistorias que solo se han conservado a través de la memoria oral de las vecinas que han crecido en la zona.
El conjunto de imágenes que he conformado está dispuesto en una sucesión que va de abajo arriba. Es decir, la manera de abordar el espacio, ha sido la de fotografiar los diferentes estratos: los restos que hay en el subsuelo, la flora de la superficie y lo que ocupa el cielo del parque. Para cada estrato he contado con la colaboración de profesionales del ámbito correspondiente, formando un equipo multidisciplinar con el que entender cada capa del terreno. Así, para todo lo relacionado con el subsuelo, conté con las historiadoras mencionadas y su expediente de incoación. Una vez finalizada esa etapa del proyecto, trasladé esa misma estructura de archivo y clasificación tanto a la superficie como al cielo de Dehesa la Villa.
En este parque de carácter forestal, lo que cubre en muchos casos los restos bélicos enumerados, es vegetación. Para este estrato, he establecido una colaboración con la paisajista Tábata Pardo que me ha facilitado la clasificación que acompaña la documentación fotográfica de los diferentes tipos de flora que favorecen la invisibilización del pasado.
Al observar lo que tenemos arriba, encontramos una serie de antenas de diferentes tipos que invaden el aire. La dra. Ingeniera de Telecomunicaciones Ana Arboleya ha clasificado diecinueve antenas de Vodafone que ocupan la torre del Cerro de los Locos, antenas para la recepción de imagen satélite que ocupan el tejado de AEMET y diferentes antenas para la recepción de señal de televisión y radio.
Si en la guerra el suelo es ocupado por los desfavorecidos y el cielo por los poderosos, hoy en día desde el cielo plagado de antenas de telecomunicaciones se envía información a satélites que nos devuelven a las pantallas previamente citadas. Así se alimenta un sistema rizomático de imágenes que nos envuelve y que son la herramienta de vigilancia y control que actualmente sirve los intereses del poder. Volvemos aquí al conflicto de las políticas de visibilidad e invisibilidad, de la supuesta transparencia que habitamos y de las pantallas cegadoras en las que, por ejemplo, estos restos de un episodio histórico principal no tienen cabida, son imágenes incómodas, quedan fuera de la representación.
Este esfuerzo humilde de visitar una y otra vez el mismo espacio y disfrutar de la búsqueda, el hallazgo y el registro de lo casi imperceptible, es un tiempo improductivo para el neoliberalismo basado en el sujeto consumista, una especie de brecha por la que intentar escapar del 24/7 descrito por Jonathan Crary. Aunque el autor apunta que el único tiempo propio que nos queda es el del sueño, algunas tratamos de encontrar más refugios, más agujeros negros en los que escondernos. El proceso artístico es un tiempo para la resistencia.
EN_
When I arrived to Madrid, I found the document that was the origin of the project: the File for the Declaration as a Historical Site of the remains of the Civil War in Ciudad Universitaria. The authors had independently carried out a rigorous classification of all the vestiges of the war in the area, with the intention of demonstrating the lack of historical recognition given to them. With this document in hand, I decided to delimit the terrain to focus only on the Dehesa de la Villa Park and to carry out a photographic archive following the previous classification made by the historians. I understand this set of remains as a paradigm of an invisible space, as a case study of a specific territory that contains historical secrets and black holes of intrahistory that have only been preserved through the oral memory of the neighbours who have grown up in the area.
The set of images that I have made up is arranged in a succession that goes from bottom to top. The way I have approached the space, has been to photograph the different strata: the remains that are in the subsoil, the flora on the surface and what occupies the sky of the park. For each stratum I have had the collaboration of professionals from the corresponding field, forming a multidisciplinary team with which to understand each layer of the terrain. Thus, for everything related to the subsoil, I counted on the aforementioned historians and their initiation file. Once this stage of the project was completed, I transferred this same archive and classification structure to both the surface and the sky of Dehesa la Villa. In this forest park, what covers in many cases the war remains listed, is vegetation. For this stratum, I have established a collaboration with the landscaper Tábata Pardo who has facilitated the classification that accompanies the photographic documentation of the different types of flora that favour the invisibility of the past. Observing what we have above, we find a series of different types of antennae that invade the air. Dr. Telecommunications Engineer Ana Arboleya has classified nineteen Vodafone antennas that occupy the Cerro de los Locos tower, antennas for the reception of satellite images that occupy the roof of AEMET and different antennas for the reception of television and radio signals.
If in war the ground is occupied by the underprivileged and the sky by the powerful, today from the sky full of telecommunication antennas information is sent to satellites that return us to the screens. This feeds a rhizomatic system of images that envelop us and that are the surveillance and control tool that currently serves the interests of the powersthat-be. Here we return to the conflict between the politics of visibility and invisibility, of the supposed transparency that we inhabit and the blinding screens on which, for example, these remains of a major historical episode have no place, are uncomfortable images, and remain outside the representation.
This humble effort to visit the same space again and again and enjoy the search, the finding and the recording of the almost imperceptible, is an unproductive time for neoliberalism based on the consumerist subject, a kind of gap through which to try to escape from the 24/7 described by Jonathan Crary. Although the author points out that the only time of our own we have left is that of the dream, some of us try to find more refuges, more black holes to hide in. The artistic process is a time for resistance.
ES_
El 6 de febrero de 2017 me instalé en Madrid después de haber vivido en varias ciudades. Estaba a punto de inaugurar la exposición Luna-Lager Bunker en la que había trabajado a partir de los restos de un búnker de la Segunda Guerra Mundial que yacen en un parque de Berlín llamado Shönholzer Heide. En este proyecto había abierto una línea de investigación relacionada con lo oculto, lo secreto, lo invisible, es decir, lo que queda fuera de las pantallas y la representación.
Al llegar a Madrid me pregunté qué secretos me escondería la ciudad y fue en esa búsqueda cuando di con el documento que fue el origen del proyecto: el Expediente para la declaración como sitio histórico (BIC) de los restos de la Guerra Civil en Ciudad Universitaria, realizado por las historiadoras Cristina Cabrero Poch, Cristina de la Casa Rodríguez y Ana de Oliveira Escalonilla. Las autoras habían llevado a cabo de forma independiente una clasificación rigurosa de todos los vestigios de la guerra que había en la zona, con la intención de evidenciar la falta de reconocimiento histórico que se les ha dado. Con dicho documento en la mano decidí acotar el terreno para centrarme solo en el parque Dehesa de la Villa y llevar a cabo un archivo fotográfico siguiendo la clasificación previa que habían realizado las historiadoras. Entiendo este conjunto de restos como paradigma de espacio invisibilizado y apartado de las pantallas previamente mencionadas, como un caso de estudio de un territorio concreto contenedor de secretos históricos y agujeros negros de intrahistorias que solo se han conservado a través de la memoria oral de las vecinas que han crecido en la zona.
El conjunto de imágenes que he conformado está dispuesto en una sucesión que va de abajo arriba. Es decir, la manera de abordar el espacio, ha sido la de fotografiar los diferentes estratos: los restos que hay en el subsuelo, la flora de la superficie y lo que ocupa el cielo del parque. Para cada estrato he contado con la colaboración de profesionales del ámbito correspondiente, formando un equipo multidisciplinar con el que entender cada capa del terreno. Así, para todo lo relacionado con el subsuelo, conté con las historiadoras mencionadas y su expediente de incoación. Una vez finalizada esa etapa del proyecto, trasladé esa misma estructura de archivo y clasificación tanto a la superficie como al cielo de Dehesa la Villa.
En este parque de carácter forestal, lo que cubre en muchos casos los restos bélicos enumerados, es vegetación. Para este estrato, he establecido una colaboración con la paisajista Tábata Pardo que me ha facilitado la clasificación que acompaña la documentación fotográfica de los diferentes tipos de flora que favorecen la invisibilización del pasado.
Al observar lo que tenemos arriba, encontramos una serie de antenas de diferentes tipos que invaden el aire. La dra. Ingeniera de Telecomunicaciones Ana Arboleya ha clasificado diecinueve antenas de Vodafone que ocupan la torre del Cerro de los Locos, antenas para la recepción de imagen satélite que ocupan el tejado de AEMET y diferentes antenas para la recepción de señal de televisión y radio.
Si en la guerra el suelo es ocupado por los desfavorecidos y el cielo por los poderosos, hoy en día desde el cielo plagado de antenas de telecomunicaciones se envía información a satélites que nos devuelven a las pantallas previamente citadas. Así se alimenta un sistema rizomático de imágenes que nos envuelve y que son la herramienta de vigilancia y control que actualmente sirve los intereses del poder. Volvemos aquí al conflicto de las políticas de visibilidad e invisibilidad, de la supuesta transparencia que habitamos y de las pantallas cegadoras en las que, por ejemplo, estos restos de un episodio histórico principal no tienen cabida, son imágenes incómodas, quedan fuera de la representación.
Este esfuerzo humilde de visitar una y otra vez el mismo espacio y disfrutar de la búsqueda, el hallazgo y el registro de lo casi imperceptible, es un tiempo improductivo para el neoliberalismo basado en el sujeto consumista, una especie de brecha por la que intentar escapar del 24/7 descrito por Jonathan Crary. Aunque el autor apunta que el único tiempo propio que nos queda es el del sueño, algunas tratamos de encontrar más refugios, más agujeros negros en los que escondernos. El proceso artístico es un tiempo para la resistencia.